El jiennense es reincidente en tenencia y distribución de pornografía infantil
Tan sólo dos años de cárcel. Si tan solo 2 para un vecino de la capital Jiennense que ha reincidido en un delito de pornografía infantil. José C.C ha sido condenado por contener innumerables archivos de adolescentes y niños practicando sexo en su teléfono móvil. Además las compartía a través de grupos de mensajería instantánea. Las difundía con otros pedófilos a los que se les sigue el rastro.
Este hombre que estaba en prisión preventiva por estos mismos motivos. Fue detenido el paso 1 de Junio ya que en su historial delictivo cuentan otras detenciones por el mismo motivo. Es un pedófilo reincidente. Este señor, lejos de intentar rehabilitarse lo que ha hecho es seguir reincidiendo en este tipo de delito. Continuar consumiendo pornografía infantil, así como distribuyendola a través de aplicaciones de mensajería instantánea.
En el juicio que fue celebrado hace tan solo unos días, el abogado de José C.C pudo acreditar que su cliente sufre de un trastorno de la personalidad. De ahí que la condena haya sido reducida a tan solo 2 años de prisión, cuando la fiscalía pedía cinco años.
Todo comenzó cuando la policía detecto un grupo de Whatsapp en el que se intercambiaban archivos de niños y adolescentes. En las que las victimas aparecían en actitudes sexuales. Esta investigación está abierta a toda España y se sigue el rastro de todos y cada uno de ellos. Entre todas las personas metidas en ese grupo estaba el jiennense detenido. El cual en cuanto se le detuve negó toda relación con la pornografía infantil. Tan solo decía recibir los archivos en su terminal.
El abogado de José C.C pudo acreditar que su cliente sufre de un trastorno de la personalidad
Pero la realidad fue muy diferente, ya que tras una larga investigación por parte de la policía nacional, pudieron comprobar que el detenido también hacia distribución de este tipo de archivos. Lo que se convierte automáticamente en delito y a él en un ciberdelincuente.
El juez aun teniendo en cuenta la petición de su abogado en cuenta, de que se trata de una persona con trastorno de personalidad, impuso la condena de 2 años en prisión. Así como de 5 años de libertad vigilada y 8 años en los que no podrá ejercer ningún tipo de trabajo con menores, tanto si es remunerado como si no lo es. Lo que descarta que también pueda ser voluntario en cualquier tipo de centro o trabajo donde haya menores.