Los cuatro presos independentistas en huelga de hambre, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn (Junts per Catalunya), han anunciado que abandonan la huelga de hambre iniciada hace casi tres semanas. Sànchez y Turull mantenían un ayuno indefinido desde el pasado 1 de diciembre, al que tres días después de sumaron Rull y Forn. En total, han sido 20 y 17 días en huelga de hambre, respectivamente.
El fin de la huelga de hambre llega después de que todos los expresidentes del Parlament y la Generalitat vivos, entre ellos Carles Puigdemont o Pasqual Maragall, hubieran pedido a los presos dejar el ayuno indefinido para «salvaguardar» su derecho a la vida y a la salud. Recordaron además los expresidentes que el Constitucional ya había empezado a resolver sus recursos de amparo, el principal motivo que adujeron los presos para empezar la huelga de hambre.
En un comunicado que ha leído la portavoz de los presos, Pilar Calvo, Sànchez, Rull, Turull y Forn, han considerado que han conseguido los objetivos de su protesta: «sacudir conciencias» tanto en Catalunya como en el resto de España y el mundo así como una «calendarización» del Constitucional para la resolución de los recursos de amparo (que, no obstante, era el mismo que manejaba el tribunal antes de que los presos iniciaran el ayuno). «No han parado la huelga de hambre porque mañana 21 de diciembre se prevea tensión», ha querido dejar claro Calvo.
La portavoz también ha explicado que los cuatro presos no prevén volver a realizar una huelga de hambre de cara al juicio que arrancará en enero en el Supremo. En este sentido, la proximidad del juicio y la necesidad de afrontarlo en buen estado físico fue el motivo que pusieron los presos y presas de ERC para no sumarse a la huelga de hambre.
