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El Brexit está a punto de descarrilar. Y Bruselas intenta todo lo posible para que eso no pase. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, acaba de convocar este lunes por la tarde una cumbre sobre el Brexit para el próximo jueves. Estaba previsto que este jueves y viernes hubiera reunión de líderes de la UE en Bruselas, pero en la agenda no estaba el Brexit, estaban otros asuntos, como el futuro del euro.
Pero la agenda de toda Europa ha cambiado este lunes.
I have decided to call #EUCO on #Brexit (Art. 50) on Thursday. We will not renegotiate the deal, including the backstop, but we are ready to discuss how to facilitate UK ratification. As time is running out, we will also discuss our preparedness for a no-deal scenario.La reunión, en modo «artículo 50», será sin Theresa May. Es decir, para que el resto de países decidan qué hacer. Si bien de aquí al jueves pueden pasar muchas cosas aún.
— Donald Tusk (@eucopresident) December 10, 2018
Este lunes, el Tribunal de Justicia de la UE ha respaldado que Londres pueda retirar el Brexit de la misma manera que lo activó, unilateralmente. Lo cual abre la puerta a que el proceso pueda detenerse antes del 29 de marzo de 2019, fecha en la que, hasta el momento, Reino Unido se va de la UE.
Y este lunes, también, la primera ministra británica, Theresa May, ha decidido posponer la votación en el Parlamento británico sobre el acuerdo del Brexit ante la evidencia de que iba a sufrir una derrota estrepitosa que traería consigo no sólo la muerte de ese acuerdo, sino también la caída de su propio Gobierno con ella a la cabeza.
May ha ganado un poco de tiempo, para intentar renegociar con Bruselas algún tipo de enmienda al acuerdo en lo relativo a la frontera con la República de Irlanda que pueda vender en casa para salvar el acuerdo y, con ello, sus llaves de Downing Street.
Tanto el Consejo, como afirma el tuit de Tusk, como la Comisión Europea, según sus portavoces, «rechazan renegociar el acuerdo, incluido el backstop –salvaguarda irlandesa–». Pero algo tendrán que dar a May si, como dice Tusk, el objetivo es discutir «cómo facilitar la ratificación en Reino Unido». No obstante, Tusk también abre la puerta a lo que nadie quiere, un divorcio sin acuerdo: «En la medida en que nos estamos quedando sin tiempo, también hay que prepararse para el escenario de no acuerdo».
Un escenario, el de no acuerdo que, en la medida en que no lo quiere nadie y el tribunal de Luxemburgo ha abierto una nueva vía de escape, parece difícil que vaya a producirse.
El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, sí se muestra receptivo con Londres y empático con la primera ministra, Theresa May, quien ha decidido posponer la votación en el Parlamento de Westminster ante la perspectiva de una derrota estrepitosa .
¿Qué margen hay para la negociación, el riesgo de una salida no negociada lo ve más cercano hoy? «No necesariamente», ha afirmado Borrell en Bruselas, tras el consejo de ministros de Exteriores de la UE: «España ha sido muy constructiva y lo va a seguir siendo, entre otras cosas por propio interés. Las relaciones son muy fuertes lo miren como lo miren. A España le perjudica más una salida desordenada que a otros países. Tenemos el máximo interés en evitarla, por flujo turístico, por inversiones… Deseamos tener las mejores y más estrechas relaciones».
«De lo que nosotros dependa», ha destacado Borrell: «Vamos a seguir estando dispuestos a ver cuál es el problema y cómo se puede resolver».