El Sindic de Greuges de Cataluña ha requerido al Departament d’Educació para que investigue el “supuesto conocimiento y aceptación de la dirección del centro de presuntas dinámicas de relación irregulares entre un religioso y el alumnado, así como respecto a la sospecha de una situación de presunto abuso sexual”.
El colegio concertado religioso Manyanet Sant Andreu de Barcelona no ha parado de recibir denuncias y ser investigado desde abril del pasado año cuando el informático del centro descubrió 39GB de material de explotación sexual infantil en el ordenador del padre Calvet, miembro de la Congregación Hijos de la Sagrada Familia a la que pertenece el Manyanet. A pesar de que la dirección y los letrados del centro han querido desvincular a este religioso de la actividad escolar en todo momento, existen numerosas evidencias gráficas y documentales, así como testimonios, que demostrarían lo contrario. Esas evidencias podrían haber ayudado a destapar el presunto encubrimiento de pedofilia y abusos sexuales contra menores que actualmente están siendo investigados en referencia a diversos casos. Uno de esos casos es el suicidio en 2019 de Óscar García Turón por presuntos abusos sexuales que podrían haber sido cometidos cuando él era menor y el padre Calvet era su profesor de religión en el Manyanet Les Corts donde cursaba sus estudios. El centro siempre ha negado esta acusación pero ha sido el Síndic de Greuges quien ha pedido al Departament d’Educació tras su último informe que tome medidas internas “en interés superior de los alumnos” y ha solicitado “revisar a fondo todos los procesos de ambas escuelas Manyanet Sant Andreu y Les Corts de circuitos, protocolos, normativa interna, con resultados concretos, y si corresponde, cambios y/o renovación de responsables educativos o religiosos”. La detención del padre Calvet también hizo que la Conselleria d’Educació de la Generalitat iniciara otro expediente por “un caso por situación de tipo de violencia machista de adulto a menor en la Unitat de Suport a l’Alumnat en situacions de Violència (USAV)”’, sin embargo, hasta el momento no han trascendido más datos sobre esta denuncia aunque todo apunta a que podría tratarse de otra alumna del Manyanet Sant Andreu. La que sí ha trascendido es la denuncia de Kira López, la alumna del Manyanet Sant Andreu que se suicido el 19 de mayo de 2021 por presuntas violencias en el ámbito escolar y que ha llevado a la Generalitat y al Ajuntament a personarse como acusación popular contra el centro en su caso.
El Manyanet recurre contra el Ajuntament para proteger la versión que da de Calvet
A este respecto, la Generalitat y el Ajuntament de Barcelona también se personan contra el Manyanet en el caso de presunta pedofilia del padre Calvet, quien actualmente se encuentra apartado de sus funciones por orden judicial y viviendo en la residencia contigua al centro escolar Manyanet Les Corts, según el propio colegio. Sin embargo, y según fuentes oficiales, el Manyanet habría recurrido esta decisión alegando que el padre Calvet no tenía relación con los alumnos, algo que ha provocado gran indignación en numerosas familias ya que Calvet no sólo había sido profesor hasta el año 2017, sino que también organizaba, acompañaba y participaba en actividades con el alumnado durante las estancias en casas de convivencias del centro, así como todas las actividades de la pastoral del colegio con los más de mil alumnos que asisten a él hasta la fecha de su detención.
Ladillas en menores y dos presuntos pedófilos
Por otra parte, el pasado 25 de enero la DGAIA (Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència) notificó el traslado al Departament d’Educació de tres casos de ladillas en pestañas de menores alumnos del Manyanet Sant Andreu. Estos casos fueron registrados en diciembre de 2017 y el colegio evitó ser investigado basándose en suposiciones y señalando únicamente a las familias, que fueron eximidas finalmente de toda responsabilidad. La aportación de nuevos indicios hizo que la DGAIA alertara en su comunicado de la “gravedad” del caso y considerara que era un asunto que debía “tratarse en el ámbito penal y educativo, ya que estos hechos ocurrieron en un centro escolar y no en el ámbito familiar” como mantenía el Manyanet. Según la denuncia presentada a la DGAIA por la familia de Kira López, la dirección del colegio habría ocultado que ese mismo año el centro había recibido la denuncia interna de otras dos familias de alumnas de sexto de primaria, mismo curso que Kira, por las presuntas actitudes pedófilas hacia las menores de un religioso, el padre Adolf, a quien la dirección del colegio permitía el libre acceso al centro educativo. Las familias de esas dos menores habrían acudido a denunciar los hechos al director del centro, padre Taulats, horrorizadas al descubrir que el padre Adolf habría tenido acercamientos físicos hacia sus hijas además de entregarles una foto suya de cuando era joven con su teléfono apuntado por detrás. El director Taulats, sin embargo, no habría llegado nunca comunicar estos graves hechos a las instituciones correspondientes y mucho menos a Mossos D’Esquadra. En su lugar, apartó temporalmente al padre Adolf para evitar una denuncia formal de las familias y a su vez guardó silencio sobre este grave hecho cuando denunció a las familias afectadas por las ladillas en pestañas de menores de otro curso inferior. Según la denuncia, el padre Adolf también habría tenido acercamientos hacia Kira desde su infancia, llegándole a ofrecer también la foto con su teléfono y cuando era más pequeña dibujos plastificados con su nombre y decorados con flores y corazones, así como caramelos para ganarse su confianza. Al parecer ésta era una práctica habitual de este religioso y contaba con el beneplácito de dirección. Según denunció la familia de Kira, el padre Adolf habría vuelto al centro cuando Kira se suicidó y el hecho de que tanto la dirección del colegio como la Congregación se hayan negado a dar explicaciones a la familia sobre este hecho les puso en alerta. Aunque la familia de Kira denunció a Mossos esta situación en julio del año pasado, la denuncia no fue admitida. Sí lo fue, sin embargo, en la DGAIA y posteriormente en el Síndic de Greuges, esta vez con las declaraciones que el director del Manyanet Sant Andreu realizó al digital El Taquígrafo reconociendo la existencia de la denuncia interna de las dos familias por las actitudes presuntamente pedófilas del padre Adolf en 2017, y coincidiendo además con los tres casos de ladillas en pestañas de menores y la llegada del padre Calvet al centro después de dejar el Manyanet Blanes donde había ejercido como profesor hasta junio de ese año. A pesar de que el director reconocía esta “queja” contra el padre Adolf justificó el no haberlo denunciado a las autoridades argumentando que la foto con el teléfono escrito por detrás que entregó a las menores era “”un obsequio que el religioso repartió a algunos alumnos de forma arbitraria y a otros no”. También restó importancia a la intimidación física sufrida por las menores insinuando que el padre Adolf ya era muy mayor. El Síndic, por el contrario, parece que consideró estos hechos y estas declaraciones lo suficientemente graves como para pedir al Departament d’Educació investigar al director, padre Taulats, así como las actuaciones llevadas, o no, a cabo en los centros Manyanet Sant Andreu y Manyanet Les Corts donde el religioso Taulats también fue director y coincidió con el padre Calvet cuando éste era profesor de religión de Óscar García Turón.