Este lunes, los comercios empezaron a abrir sus puertas, pero se ve como todos están trabajando con timidez. Además de que están armados con los implementos de seguridad necesarios para protegerse del coronavirus.
Con la apertura de los pequeños comercios de la capital, se da inicio a la fase 0 de la desescalada. Este es el primer paso tratar de regresar a la nueva normalidad, porque claramente nada volverá a ser como antes. En esta fase solo reanudan sus actividades aquellos establecimientos de menos de 400 metros cuadrados. Y sus clientes deberán tener siempre cita previa, para evitar las aglomeraciones.
Hemos visto, como los pequeños locales empiezan abrir sus puertas. Para reanudar sus actividades en la fase cero. El personal que está trabajando es mínimo, y se siente un ambiente desorientado y con miedo en el que todos aplican medidas extremas de seguridad.
Las personas no dejan de sentir pánico
Muchos de los dueños y empleados de los comercios han manifestado que: “todos tenemos pánico”. Esto mientras se protegen con mascarillas, y desinfectan todo lo que este a su alrededor. Así mismo se puede ver como la gran mayoría de los comercios cuentan solo con sus dueños, pues la mayoría tuvo que despedir a sus empleados. Y al parecer, por un buen tiempo continuaran solos, pues la afluencia de clientes se estima que se a baja por una temporada.
Un ejemplo de las medidas de protección que se están implementando, lo tenemos en una reconocida clínica de fisioterapia de Madrid. Allí su dueña nos explica que los clientes deben entrar en una primera sala. Que ha sido previamente desinfectada, allí se tienen que desvestir y con mascarilla y calzas, pasan a una segunda habitación. Que es donde reciben el tratamiento.
Esta también manifestó que: “No tenemos calzas y se supone que tenemos que usar un traje de protección individual con cada cliente, pero es imposible”. Ya que si cuentan con mascarillas es gracias a que, en la farmacia vecina, le guardaron una caja. También nos comentó la propietaria de la clínica, que en el caso de las personas mayores, estas serán atendidas en sus domicilios. tomando también con las máximas precauciones.
La falta de protocolos
Otros comerciantes indicaron que: “La semana que viene pondremos mamparas y cintas para la distancia de seguridad”. Y afirman también que: “Nadie nos ha dicho cómo tenemos que hacerlo, hemos comprado todo por nuestra cuenta”.
Lo que quiere decir, que la falta de protocolos es un denominador común que se vive entre los comerciantes. “Cada uno irá por libre y hará lo que buenamente pueda”. Una situación que sin duda alguna, llena de pánico a todas las personas, tanto dueños, como trabajadores y clientes.
Puesto a que nadie quiere contagiarse, pero al no tener protocolos de seguridad bien establecidos. Surge la duda y por su puesto el miedo. Esperemos que poco apoco la población se adapte a este nuevo estilo de vida, y sobre todo que la tasa de contagios sea cada día menor.