Actualmente se producen más de 78 millones de toneladas de envases de plástico en el mundo, durante cada año. Considerando el costo de esta industria que estima casi 198.000 millones de dólares. Además, solo una parte de esta cantidad de plástico se recicla y la gran mayoría es desechada, produciendo de esta forma, basura plástica en cada rincón de nuestro planeta.
Es por ello que, hoy por hoy, el plástico se considera una gran amenaza para el mundo. Existen tanto residuos de plástico que fácilmente, podrían cubrir un país como Argentina. Y cada día, acrecienta más la contaminación del planeta. Por ello, se conoce que en la actualidad, existen campañas y programas que han profundizado la ya existente preocupación publica sobre este tema.
La contaminación por plásticos es uno de los mayores dilemas al que nos enfrentamos, pero si no reciclásemos los envases vacíos sería mucho peor. Por eso vale la pena reciclar. https://t.co/7JHMfe6kCn
— Daniel Senderos/♥️ (@danielsenderos) August 28, 2018
Así, en respuesta a la población, tanto gobiernos como fabricantes y comerciantes, han iniciado la proyección de nuevas medidas que permitan hacer frente a la marea de basura plástica. Por lo cual, un total de 60 países están diseñando leyes destinadas a disminuir el uso de plástico. Este principalmente, en presentaciones como bolsas plásticas o botellas plásticas.
Es importante resaltar que en Vanuatu, una isla del Pacifico Sur, se prohibió el uso de bolsas de plástico el pasado mes de julio. Además de sorbetes y recipientes de poliestireno para alimentos. Siendo así, la primera nación en el mundo en restringir el uso de estos artículos usuales en todo el mundo.
Pero, ¿Cuánto supondría la eliminación de plástico en el mundo?
A partir de la preocupación por la contaminación que demanda el uso de plástico, varias cadenas de supermercados prometieron reducir el uso de este. Incluyendo importantes multinacionales como Walmart y Tesco. Comprometiéndose principalmente a disminuir el uso de envases de plástico en los que fabrican y venden la mayoría de sus productos.
Además, los fabricantes de bebidas Pepsi y Coca-Cola, la productora de alimentos Nestlé y la empresa reconocida mundialmente por sus cosméticos, L’Oreal también se comprometieron. Es decir, fijaron una meta para garantizar que todos sus recipientes sean reciclables o se puedan descomponer en el 2025.
Pero a pesar de este interés por disminuir la producción de envases y productos de plástico, la industria de alimentos y bebidas se encuentra en la búsqueda de determinar cómo alcanzar dichos objetivos. Por lo que además, evalúan que eliminar por completo el uso de plástico, aumentaría el costo de los productos que consumen la población.
Eliot Whittington, director del programa de políticas del Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge, Reino Unido advierte esto. Ya que, no es tan simple como decir “el plástico es malo, así que utilicemos otra cosa”. Quien además, asesora a fabricantes de bebidas sobre sobre la disminución de residuos. Señala también que, se necesita un cambio completo en la manera en que usan el embalaje de los productos. Para ello, es necesario el liderazgo del gobierno.
Este planteamiento, también toma en cuenta la razón por la que el plástico es el más dominante en el mercado. Ya que, se trata de un material adaptable, liviano y más económico. Afirma Susan Selke, directora de la escuela de envasado de la Universidad Estatal de Michigan, EEUU.
En comparación, el costo de la producción de plástico es más económica que producir botellas de vidrio. Por ello, una vez los fabricantes comiencen a vender productos en botellas de vidrio, los costos aumentarán considerablemente. A esto se le suma el peso que demanda el transporte de botellas de vidrio. Ya que, estas pesan entre 190 y 250 gramos, mientras que una botella de plástico solo pesa 18 gramos.
También analizan el gasto de energía que requiere el transporte de bebidas en contendores más pesados. Considerando un 40% más de energía. Así, se incrementa la producción de dióxido de carbono contaminante, y esto también sería un efecto perjudicial para el medioambiente.
Ante esto, el Consejo Estadounidense de Química estima que los costos ambientales de envases alternativos, serían más altos que emplear plástico. Entre estos envases, se encuentran aquellos hechos con vidrio, aluminio o estaño en lugar del plástico.
Fomentar el uso de bioplásticos
Ante todas estas contradicciones, no tendría tanto sentido prohibir por completo el uso de plástico. Por ello, una mejor solución sería mejorarlos. Reiterando que ante esta preocupación mundial, muchas fábricas han reinventado los plásticos con aditivos que permiten su descomposición. O bien, fabricar plásticos que son biodegradables.
Lo que podría fomentarse es un verdadero control de que dichos aditivos sean verdaderamente biodegradables. Un ejemplo de ello, es el PLA o el ácido poliláctico que se puede descomponer con el tiempo. Además, algunos se convierten en compost y así, pueden desintegrarse por completo.