El Papu Gómez ha sido suspendido por un periodo de dos años después de dar positivo en un control antidopaje llevado a cabo en el pasado mes de noviembre mientras jugaba para el Sevilla. El futbolista argentino, de 35 años de edad, fue sometido a un control rutinario por parte de la agencia española antidopaje, CELAD (Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el deporte). Esta revisión tuvo lugar poco antes del Mundial de Qatar.
Aunque el jugador pudo participar en el torneo sin ser suspendido de manera cautelar, recientemente se le ha notificado la sanción. El motivo de la suspensión es la presencia de una sustancia prohibida en su organismo. A diferencia de otros casos, como el de Pogba, cuyo castigo fue de cuatro años por el uso de una sustancia considerada grave, la infracción del Papu no se considera tan grave.
El jugador y su equipo legal tienen un mes para presentar alegaciones contra la sanción. Sin embargo, debido a su edad, esta suspensión compromete seriamente su carrera deportiva.
La versión ofrecida por el futbolista es que tomó un jarabe perteneciente a sus hijos sin informar a nadie, después de haber tenido una mala noche y sentir malestar. Se entiende que el jugador no comunicó el consumo de esta sustancia, lo cual le penaliza. Además, no sufre de ninguna enfermedad que le permita tener una exención para el uso de medicamentos prohibidos.
Tanto el Sevilla como el Monza (su actual equipo) han sido informados de la sanción. El AC Monza ha emitido un comunicado confirmando que han recibido la sentencia de la Comisión Española Antidopaje, en la cual se establece una inhabilitación de dos años para el futbolista debido a la presencia de terbutalina en sus muestras biológicas.