Vamos a ir realizando un análisis plantilla a plantilla de cada uno de los 20 equipos de la liga. Que es considerada como la mejor del mundo. Y que además, contara con veinte equipos, reforzados este verano. Y muchas caras nuevas, todas dispuestas a ganarse a su nueva afición. La competición española echa a andar y es momento de analizar cómo han cambiado las plantillas con respecto a la temporada pasada.
El próximo verano será el momento de evaluar el rendimiento y de poner nota al trabajo realizado en este mercado estival. Hasta entonces, mucho fútbol y una pelea cada fin de semana por vencer sobre el césped. Este es el momento del análisis del Barça.
Llega una nueva edición de la mejor competición del mundo. En los que veinte clubes lucharán por cumplir sus objetivos.
Vuelve el Barça
Como ha pasado siempre en los últimos años, vuelve el Barça. Con los restos del fútbol de Guardiola y de Cruyff, con los cada vez menos supervivientes de la generación que ganó el Mundial y razonablemente bien reforzado. Sobre todo con De Jong y también con Griezmann, a la espera de ver cómo responden Riqui Puig, Aleñá y Wagué.
Sin embargo, vuelve también sin ningún proyecto deportivo ni institucional claro, con un entrenador falto de carácter, de genio y de personalidad en los momentos decisivos (Roma, Liverpool). Y con el culebrón del fichaje de Neymar como metáfora más redonda de que el club no sabe dónde va ni qué quiere. Y que lo fía todo a la suerte del golpe de efecto y la chequera.
Pero a pesar de todo, el Barça tiene un equipo suficiente para imponerse en la regularidad y en la constancia. Un equipo con jugadores serios, experimentados, que saben resolver los trámites. Pero es a la vez un equipo mayor, fatigado, al que un Liverpool muy físico le puede pasar por encima, materialmente por encima, como a finales de la temporada pasada. El Barça tiene más pasado que futuro, una estrella que sigue y seguirá siendo decisiva en muchos partidos. Y que siempre sorprende con cosas nuevas, pero que no está ya en su fase expansiva y llega a mayo con inevitables signos de agotamiento.
El segundo clasificado de la liga
El Barcelona empezará bien y probablemente dentro de dos meses tenga ya una ventaja definitiva sobre el segundo clasificado de la Liga. Pero la Champions, que es lo único que importa, requiere algo más que regularidad y oficio para ganarla. Y las condiciones en que el Barça ha afrontado los cuartos y las semifinales en los últimos años no han sido demasiado distintas de los decepcionantes resultados. Nos vemos en abril, justo cuando la euforia del “aquest any, sí” asoma en la irracional euforia del aficionado culé para que acto seguido la realidad caiga de golpe y le deje deprimido y atontado, sin saber qué ha pasado.
Así que, mientras el Barça tenga a estos directivos, los fracasos se irán acumulando sin parar. No hay manera de competir en condiciones si la estructura del club falla, y sin un proyecto deportivo inteligente. Basado en la Masía, en el estilo de juego propio y en no tirar el dinero en fichajes menores que no necesitarías con una cantera bien trabajada. Y que tenga con regularidad y generosidad sus oportunidades, para poder fichar sin reparar en gastos a las estrellas que realmente marquen la diferencia para hacer al Barça todavía más grande.