Rafael Nadal, volvió a debutar pero con dudas, a pesar de obtener el triunfo. Para empezar, este 2020, Nadal ya suma en la Copa ATP, la victoria en el descafeinado duelo contra Georgia. Por eso en el torneo de nueva cuña, que será prólogo de una temporada que se antoja apasionante. El combinado nacional mantiene una inercia bastante positiva de la Copa Davis. Inercia que le permite dar un paso al frente gracias a los triunfos de Roberto Bautista y Rafael Nadal. Por lo tanto, el punto de dobles no tendrá relevancia a efectos de victoria o derrota.
Llega el debut de Nadal, después de su pletórica Davis. Es justo ahora cuando da el punto de la victoria a la selección en el estreno de la Copa ATP. Donde SUPERÓ al georgiano Basilashvili en un duelo irregular.
En la Caja Mágica
Rafael Nadal, sigue demostrando que está dispuesto a defender siempre la bandera. Por eso ganó también en Perth como lo hizo en la Caja Mágica. Este siempre ha afirmado que nada le gusta más que jugar por España. Siendo esta competición una prueba fiel de su compromiso.
Fue entonces después del paseo triunfal de Bautista, cuando el balear se enfundó la camiseta roja. Para esmerarse en su duelo ante Nikoloz Basilashvili. Que ya tiene cierto nombre y un ranking de nivel, es el número 26 de la lista.
Siendo esta, una buena prueba para calibrar el estado del campeón de 19 grandes. Quien se fue de la pista con mala cara porque el desenlace fue muy malo. Ya que la actuación le daba para ganar con 5-2 y perdió dos veces su servicio de manera lastimosa.
Nadal fue capaz de reaccionar
Este encuentro empezó un poco frío. Además de que Nadal entregó su saque en el primer juego con una doble falta, errático y descentrado. Una pequeña mancha en su juego, pero lo mejor esto quedo opacado con su increíble capacidad para reaccionar y corregirse de inmediato. Ya que recupero el break en el siguiente juego con un passing marca de la casa.
Inmediatamente saltó al cielo de Perth, con su puño cerrado y el primer “¡Vamos!” de este 2020 de Rafael se escuchó fuerte. Ahí, muy cerquita, está la oportunidad de igualar los 20 Grand Slams de Roger Federer.
Y a partir de ese momento, el juego de Nadal se pareció más a lo que se espera siempre de él. Si bien es cierto que tampoco hubo demasiadas florituras. Pero aguantó su saque, algo que era primordial para aspirar a algo. Y luego afinó desde el fondo ante Basilashvili, al que le había derrotado en los tres precedentes.
Lugo al llegar el octavo juego, se notó como se desniveló la balanza con un break definitivo. En el que Nadal, en 41 minutos, resolvió el primer set con un trabajo correcto. Así que fue de menos a más.