Hoy, 1 de agosto la empresa Defense Distributed iba a empezar a publicar archivos para la impresion de armas 3D. Desde planos, archivos, hasta instrucciones y esquemas para que quién quisiera pudiera hacerlo. A un simple click desde la web defdist.org. «Una nueva era con armas que se pueden descargar va a comenzar» lo anunciaban.
En el último momento un juez federal ha impedido que esto fuera posible. El magistrado de Washington, Robert S. Lasnik indicaba que de haberse realizado, podría haber realizado un daño irreparable. De haberse realizado, cualquier estadounidense hubiera podido imprimir legalmente una arma. Con simplemente una impresora 3D en su casa.
El movimiento detrás de la clausura
Para evitar que el lanzamiento se realizara, ocho estados y Washington DC presentaron una demanda contra el gobierno del presidente Trump. La demanda tenía la misión de bloquear el pacto entre la empresa Defense Distributed y el gobierno Trump. El acceso masivo a armas legales daría a los delincuentes y terroristas la posibilidad de imprimir armas difíciles de rastrear y prácticamente indetectables. Al menos por el momento, la demanda ha conseguido lo que buscaba.
Porqué cerrar un sitio así
Entre los problemas que tendrían este tipo de armas estaría que no serían armas registradas. Se trataría de armas difíciles de detectar, ya que podrían no tener partes metálicas. Principal forma de detectar las armas. Los detectores de metales serían inservibles con este tipo de armas. Se barajó la posibilidad de obligar a insertar un objeto metálico a las armas para su detección, pero no hay ninguna garantía de que la gente lo implementara en sus dispositivos. El libre acceso a su creación podría poner armas en las manos de menores de edad o de gente con trastornos mentales. Manos en las que no debería haber armas.
I am looking into 3-D Plastic Guns being sold to the public. Already spoke to NRA, doesn’t seem to make much sense!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 31 de julio de 2018
El presidente estadounidense, pese a este movimiento, mostró el martes sus dudas en las redes sociales.
A pesar de este freno a los archivos, según la BBC, algunos planos de armas 3D fueron publicados en Internet 4 días antes con miles de descargas. Según medios británicos, estos planos contenían nueve tipos de armas, los 9 que se pretendían subir a la web de Defense Distributed este viernes.
Por si esto no fuera suficiente, la GOA (Organización de Propietarios de Armas) declaró días anteriores su libertad de acceder a esa información según se declara en la Segunda Enmienda de la constitución estadounidense.
El comienzo de las armas 3D
Todo el problema de las armas imprimibles nació en 2013 cuando fue creada la primera pistola mediante una impresora 3D, Liberator. Creada por Cody Wilson. Curiosamente, la Defense Distributed nacía el año anterior.
Años más tarde, en el 2015, el gobierno de Obama obligó a clausurar el sitio web de Defense Distributed y todos sus diseños y archivos relacionados a la impresión 3D de armas. A pesar de la prohibición, no se quedaron de brazos cruzados y emprendieron 4 años de acciones legales. Con la administración Trump, la Defense Distributed vio como les permitirían volver a distribuir sus diseños de impresión y para más inri les abonarían alrededor de 40.000 dólares por los honorarios legales y reembolsos.