El presidente de los Estados Unidos dio el lunes 30 su apoyo a las políticas del nuevo gobierno italiano. Dentro de esta política, concretamente de inmigración, se rechaza la llegada de barcos de rescate. El primer ministro italiano es uno de los principales aliados de Trump en la Europa Occidental ya que comparte muchas de las políticas de gobierno como la doctrina populista, proteccionista y afín a Putin.
«Italia ha tomado una postura muy firme en cuanto a sus fronteras» declaro el presidente Trump al primer ministro Giuseppe Conte. «Según mi opinión es lo correcto. Muchos de los otros países europeos deberían seguir su ejemplo»
Según declaró Trump su amistad surgió durante la cumbre del G7 en junio en Canadá. Según el republicano «siempre se han tratado bien» y «compartimos ideas en cuanto a política». Esto no solo se debe a las ideas sino también la inexperiencia de ambos al frente de un gobierno. El presidente estadounidense tuvo tratos muy amables con su homólogo de la república italiana escogido para liderar el Gobierno de coalición. Movimiento Cinco Estrellas y el ultraderechista La Liga tras las elecciones de marzo. Pero todo el trabajo del presidente se ha visto eclipsado por su ministro de Interior. Este es el encargado de todas las políticas destinadas a la inmigración y su duro trato a los que tratan de acceder al país.
Trump alabó al país italiano por su elección ante el problema de los indocumentados. También reiteró su amenaza de forzar el cierre del Gobierno si los demócratas americanos no se deciden a financiar un plan de medidas más restrictivas en cuanto a inmigración. Por ejemplo como su famoso muro entre los Estados Unidos y México. Aunque sin detalles, declaró su plan a futuro de trabajar junto a Italia en temas de seguridad conjuntos. Concrétamente en asuntos del Mar Mediterráneo. Finalmente elogió la importancia de Roma para la estabilidad de Libia.
Donald Trump
El presidente republicano ya acumula ciertas alabanzas a la política migratoria europea. Según consideraciones del presidente; está cambiando la cultura del continente y es un mal ejemplo para EEUU. Esto se debe a que su gobierno sigue en la búsqueda de financiación de un muro entre su frontera y la de México. Mientras tanto sigue su aceleración por deportar personas indocumentadas y aumentando las restricciones para las condiciones de inmigrantes ilegales o irregulares.
Durante la cumbre del G7, Italia fue la única que respaldó la propuesta de Trump de reincorporar a Rusia al club de los países más industrializados. Rusia fue expulsada tras la anexión de Crimea (2014). Conte fue el único al que le pareció correcta la solicitud del presidente republicano.
Entre sus gustos en común también se encuentra la contraria al libre comercio. El gobierno de Italia ha votado en contra de ratificar el acuerdo comercial entre Canadá y la Unión Europea. A su vez, Donald Trump se ha lanzado a renovar el pacto comercial con Canadá y México. A esto hay que sumarle el aumento a los aranceles impuestos a Europa, Canadá, México y China.
En cuanto al tema militar parecen tener una buena cooperación a pesar de que Italia se encuentra lejos del gasto en defensa del 2% del PIB que reclamaba Trump. Gasto que el presidente estadounidense reclamaba a todos los socios de la OTAN según un compromiso de 2014. Aún así, la ministra de defensa de Italia, Elisabetta Trenta, anunciaba a principios de julio la congelación en la compra de cazas F-35 procedentes de Estados Unidos.