El ex presidente Brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, ha sido postulado este 16 de agosto para la candidatura de la presidencia de Brasil. Las elecciones se desarrollarán el 7 de octubre. Con esta acción, se desafía a los jueces que le sentenciaron a 12 años de prisión.
Lula da silva, quien hasta ahora ha sido el político más popular de Brasil, representará al Partido de los Trabajadores. Además, el ex mandatario cuenta con miles de simpatizantes que han realizado marchas para apoyar su candidatura en el país. Pero esta puede verse afectada por la condena que lleva impuesta.
“Quero que o povo possa decidir se me dará a oportunidade de consertar o país” – @Haddad_Fernando leu carta de Lula aos brasileiros durante ato de registro de candidatura no TSE #OBrasilFelizDeNovo #LulaLivreJá pic.twitter.com/L6vRrgIvaV
— Lula (@LulaOficial) August 16, 2018
Grupos que apoyan a Lula da silva
Los grupos que apoyan a Lula, han pedido que se le acepte como candidato a la presidencia de Brasil. Bajo estas exigencias, pasan por alto que las normas indican que una persona que tenga una sentencia ratificada en segunda instancia no puede participar en elecciones.
Fueron los integrantes del PT, los que realizaron la inscripción de Lula para los comicios generales. Se tiene pautado que la fiesta electoral se realice para el mes de octubre. Sin embargo, el ex presidente debe esperar la decisión de la Justicia, porque puede quedar vetado por estar condenado por el delito de corrupción.
No obstante, el PT que realizó la inscripción de Lula, tomó acciones preventivas ante el Tribunal Superior Electoral. De esta manera, registraron al ex alcalde de São Paulo, Fernando Haddad, quién figurará como compañero de fórmula de Lula. Con esta decisión, podrá ser el candidato presidencial de Brasil, en caso de que Lula no pueda comparecer por motivos legales.
La candidatura de Lula podría ser vetada
El ex presidente de Brasil, esta en prisión desde abril. con una acusación posterior condena de 12 años de prisión por el delito de corrupción, sus simpatizantes pidieron que sea liberado. Para ello han organizado concentraciones y marchas en el país.
Las corrientes que Lula tiene en contra, afirman que lo que se busca con la candidatura es que quede protegido por el fuero presidencial. Bajo estas circunstancias su situación jurídica pasaría a manos de otros tribunales, fuera de los ordinarios. Representando la figura de presidente, podría estar librándose de muchos juicios por corrupción que le persiguen.
Con este indicio, los jueces que llevan las riendas del caso del ex presidente deben tomar una decisión. Muchos saben que Lula posee millones se seguidores, y que vetar su candidatura crearía descontento y enfrentamientos. Aun así es el único recurso que poseen para que este no participe en las referidas elecciones de octubre.
Al particular anterior, se le suma que el Tribunal Electoral solo tiene hasta el 17 de Septiembre para poder vetar la candidatura de Lula. Esta es la fecha tope para que revisen todas las planillas de inscripciones y aprueben o no la participación de los candidatos.
«Si por una violencia jurídica (en el TSE) negaran ese camino a la nación, estarán asumiendo las responsabilidades y consecuencias por defraudar la soberanía del voto»- Gleisi Hoffmann, presidenta nacional del PT.
Indudablemente, Brasil realizará una campaña incierta, pues, mientras no se tenga el veto del Tribunal hacia Lula, los seguidores de éste seguirán con su cometido. Con todos estos acontecimientos, queda claro una vez más que Lula sigue siendo el político izquierdista que ha dominado a Brasil por 30 años.