PSOE en los comicios municipales y autonómicos, donde el PP se alzó con la victoria, usurpando bastiones socialistas como la Comunidad Valenciana, Aragón y Extremadura.
El gobernante de la nación, Pedro Sánchez, ha proferido desde el Palacio de la Moncloa la precipitación de las elecciones generales hasta julio. «Recién concluí una junta con su majestad el rey en la que he informado al supremo mandatario estatal la resolución de convocar a un Consejo de Ministros esta misma jornada para disolver las Cortes y efectuar la citación de elecciones generales», ha pronunciado Sánchez, quien ha corroborado que la convocatoria se mostrará publicada el martes en el BOE y la contienda electoral se desarrollará el domingo 23 de julio.
«He adoptado esta determinación a la luz de los resultados de las elecciones efectuadas ayer», ha señalado el primer magistrado del Gobierno un día después de los comicios municipales y autonómicos del 28-M, en los que el PP arrasó en Madrid (Ayuntamiento y Comunidad), tendrá la facultad de dirigir en bastiones socialistas como la Comunidad Valenciana y la ciudad de Sevilla, y despoja al PSOE de los gobiernos de Baleares, Extremadura, Aragón y La Rioja.
«El tenor del sufragio transmite un mensaje que trasciende, y por eso como gobernante de la nación y también como secretario general del PSOE asumo los resultados en primera persona y considero necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular. Creo que lo más propicio es que los españoles se pronuncien», ha pronunciado Sánchez.
Los comicios generales más recientes se llevaron a cabo en España el 10 de noviembre de 2019. En ese entonces, el PSOE fue la agrupación vencedora en términos de porcentaje de votos (28% y 120 escaños).
El PSOE asimiló la pasada noche sus «desfavorables resultados»: «Deseo reconocer la derrota del PSOE y aprovechar para congratular al PP por su resultado. Este es un mal desenlace y no es lo anticipado», señaló la ministra de Educación y vocera federal del PSOE, Pilar Alegría, en una noche en la que los socialistas perdieron poder institucional tanto en autonomías como en municipios.
Desde el PP se celebran los resultados del 28-M y Alberto Núñez Feijóo ya proclama que con esta victoria se ha dado el «primer paso hacia un nuevo ciclo político» que van a inaugurar en España «en los meses venideros».
El PP es la fuerza más votada en las municipales con más de 7 millones de votos, aproximadamente 800.000 por encima del PSOE, revirtiendo el resultado de 2019, cuando quedaron a un millón y medio de votos por debajo de los socialistas. Los de Feijóo arrebatan seis autonomías a la izquierda, incluidas la Comunidad Valenciana, Aragón y Extremadura, pero no se libra de Vox, con quien tendrán que pactar para conformar gobiernos.
Aparentemente, la marea política ha cambiado de rumbo y, en un giro agridulce, el PSOE ha asumido sus «desfavorables resultados». En un acto de reconocimiento, Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz federal del PSOE, admitió abiertamente la derrota. «Es necesario reconocer nuestra posición desventajosa y, al mismo tiempo, felicitar al PP por su victoria. Esta no es la conclusión que esperábamos», admitió, en una noche signada por la pérdida de poder institucional para los socialistas, tanto a nivel autonómico como municipal.
Del otro lado del espectro político, el PP celebra con júbilo los resultados obtenidos el 28-M. Alberto Núñez Feijóo, voz prominente del partido, ya anticipa que esta victoria representa el «primer peldaño hacia un renovado ciclo político», que esperan inaugurar en España «en los inminentes meses».
Resulta ineludible que el PP se ha erigido como la fuerza política más votada en los comicios municipales, acumulando más de 7 millones de sufragios, situándose unos 800.000 votos por encima del PSOE. Este logro representa una inversión total de los resultados de 2019, cuando quedaron un millón y medio de votos por debajo de los socialistas. En esta ocasión, los seguidores de Feijóo se apoderan de seis autonomías de orientación izquierdista, incluyendo la Comunidad Valenciana, Aragón y Extremadura. Sin embargo, el triunfo no está exento de complicaciones, ya que tendrán que negociar acuerdos con Vox para la formación de gobiernos.
