En España, se ha observado un gran crecimiento del consumo de cigarrillo electrónico por parte de los adolescentes. Por ello, se considera aproximadamente que, el 20.1% de los estudiantes con edades entre 14 y 18 años, ha vapeado por lo menos una vez en su vida. Lo cual, fue publicado en una Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España este año, incrementando tres puntos en comparación con 2014.
Ante esto, los médicos españoles advierten de los riesgo que causan los cigarrillos electrónicos a los jóvenes. Al igual que la gran posibilidad existente de cruzar la delgada línea que los separa del tabaco tradicional. Siendo así, una situación similar a la que atraviesa Estados Unidos, declarada como una epidemia recientemente.
“Todo el sector está concienciado de que es un producto dirigido a fumadores adultos. Es un sustituto del tabaco tradicional pero menos dañino”- Arturo Ribes, presidente de la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo.
Carlos Jiménez, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica ratifica que, los jóvenes que consumen cigarrillos electrónicos, se convierten fácilmente en fumadores. Esto, fue confirmado en Estados Unidos, ya que muchos adolescentes hacen uso de estos dispositivos con nicotina, por lo que crean una adicción. Convirtiéndose así, en fumadores tradicionales de por vida.
Por otro lado, la mayoría de jóvenes españoles han probado los cigarrillos electrónicos sin nicotina, confirmado por el Ministerio de Sanidad. Pero esto, no garantiza que los estudiantes se salven de crear fuerte adicción o saltar al uso del cigarrillo convencional. Tomando en cuenta que el vapor que se libera a través de estos dispositivos, contienen sustancias toxicas y cancerígenas. Al igual que, genera dependencia psicológica, social y también gestual.
Cigarrillo electrónico: un fuerte fenómeno reciente
El fenómeno que ha desarrollado el uso de los cigarrillos electrónicos es muy reciente y por ello, no existen datos exhaustivos sobre sus efectos en un futuro. Asimismo, su regulación sigue ajustándose en diferentes países, a medida de que avanzan las investigaciones.
En el caso de España, el negocio de los cigarrillos electrónicos dio un gran salto a principios de esta década, y ya en 2013 existían 3.000 tiendas y casi un millón de usuarios de estos dispositivos. Así, sus publicidades garantizaban un ventajoso efecto para dejar de fumar y por ello, ninguna ley regulaba su uso. Luego, en el año 2014, el negocio se desplomo tras una normativa, pero en 2015 esta industria se recuperó vertiginosamente.
Actualmente, la norma en España prohíbe cualquier tipo de publicidad de dichos dispositivos. Al igual que, las campañas que lo aprueban como un excelente producto para abandonar el tabaco. Además, su uso está limitado en unidades de transporte, hospitales, colegios y edificios públicos. Considerando también que, no se permite la venta a menores de edad.
Lo que apuntan para su normalización
Por el momento, el consumo de cigarrillos electrónicos no representa un problema entre los adolescentes. Esto fue ratificado por Leticia Cardenal, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos. Ella, además explica que no han recibido ninguna queja de representantes ni profesores por este hecho. Y también se considera que el vapeo entre los jóvenes españoles es bajo por el momento, por lo cual no debe generar ninguna alarma.
Del mismo modo, el Ministerio de Sanidad, asegura que el riesgo de los adolescentes al usar estos dispositivos es muy inferior, en comparación con el consumo de tabaco o cannabis. Tomando en cuenta que, solo uno de cada cuatro menores, considera que puede ocasionar algún problema consumir cigarrillos electrónicos. Además de que se valora que un 36.6% no ha vapeado en ningún momento.