Para hacer dinero, se deben cumplir una serie de reglas que pueden ayudar para que el proceso sea más fácil y para que los logros estén más cercanos. Muchos exitosos empresarios siguen sencillas fórmulas que, con constancia y disciplina, los llevan a amasar considerables fortunas, como el caso de John Davison Rockefeller (1839-1937), que fue uno de los más célebres multimillonarios de toda la historia de los Estados Unidos.
Este fascinante personaje no nació en una cuna de oro, fue una persona común y corriente que se propuso alcanzar el éxito a sus máximos niveles, lo cual logró con trabajo, dedicación, ética y moral, factores que acompañados de un plan bien elaborado, lo llevaron a convertirse en uno de los hombres más ricos del planeta.
Fue un extraordinario ser que siempre se aferró a los valores morales para avanzar en sus negocios, teniendo la ética como bandera en cada una de sus decisiones, y la moral como escudo ante cualquier tentación que pudiera presentarse.
Rockefeller fue un hombre recto, ordenado, leal a sus valores familiares y, principalmente, muy religioso. No obstante, la prensa de la época lo tildó de ser un ser rapaz, codicioso y frío en los negocios, algo en lo que tal vez había algo de verdad, pero siempre dentro de lo moral y ético.
10 frases de Rockefeller que pueden marcar tu vida
Para entender cómo Rockefeller veía el dinero y las maneras de poder conseguirlo, se deben estudiar varias de sus famosas frases, que encierran tras de sí una gran carga de conocimientos y sabiduría:
- “Creo en la dignidad del trabajo, ya sea con la cabeza o con la mano; que el mundo no le debe a ningún hombre la vida, sino que le debe a cada hombre la oportunidad de ganarse la vida”. Esto evidencia cómo Rockefeller ponía toda su fe al esfuerzo y al trabajo, en nada más.
- “La competencia es un pecado, por eso procedemos a eliminarla”. Frases como estas son las que le dieron la reputación de despiadado, pero si no lo hacía así, se lo hacían a él.
- “El crecimiento de un gran negocio es simplemente la supervivencia del más apto”. Otra frase que tal vez contribuyó a su sanguinaria reputación como empresario, pero que le ayudó siempre a destacar sobre los demás.
- “El éxito viene de mantener los oídos abiertos y la boca cerrada”. Siempre afirmó que la indiscreción nunca es buena.
- “Cada derecho conlleva una responsabilidad; cada oportunidad, una obligación; cada posesión, un deber”. Con estas palabras explicaba muy bien que todo tiene su contraparte moral.
- “Si tu fin es hacerte rico, nunca lo lograrás”. Sabias palabras que indican que ser rico no debe ser la única meta.
- “La caridad es perjudicial, a menos que ayude a quien la recibe a independizarse de ella”. No creía en la limosna inútil, sino en el aporte de algo que se pudiera convertir en trabajo.
- “Preferiría ganar el 1% del esfuerzo de 100 personas, que el 100% de mis propios esfuerzos”. Con esta frase resumía lo que era para él sacar provecho al trabajo colectivo.
- “Lo único que es de beneficio duradero para un hombre, es lo que hace por sí mismo. El dinero que le llega sin esfuerzo de su parte, rara vez es un beneficio, y a menudo una maldición”. Para él, lo regalado siempre resulta mal.
- “Además de hacer lo correcto, lo más importante es que la gente sepa que estás haciendo lo correcto”. En pocas palabras: publicidad.