Joaquín Phoenix, se ha consagrado como uno de los mejores y más grandes actores de su generación. Y también el más místico y quizás misterioso. Pues recordemos que el recién fallecido Kirk Douglas. Se caracterizaba por tener un hoyuelo en el mentón. Mientras que Robert de Niro se caracteriza por su lunar. Y Joaquín Phoenix por su cicatriz en el labio superior.
Una cicatriz que según él mismo ha contado es una marca de nacimiento. Que sin pensarlo le ha dado su propio sello. Además, la sonrisa de Phoenix, siempre es inquieta, aunque sea por alegría. Y no puedo ocultar sus emociones, pues estas le salen a borbotones por sus ojos pálidos.
Joaquín Phoenix le DEDICÓ su Oscar a River Phoenix. Su hermano fallecido. ASÍ lo manifestó en su discurso de agradecimiento.
La mirada de Phoenix
Sin duda alguna la mirada de Phoenix, lo ha llevado a impactar dentro del mundo del cine. Un ejemplo es cuando fue el Cíclope de X-Men. Allí se pudo ver como la mirada de Phoenix irradia tantas emociones como perturbadores títulos su filmografía.
Represento perfectamente la maldad, en la piel del romano Cómodo; crepuscular, como el eterno Johnny Cash. Y ni hablar del desquiciado, como el veterano alcohólico de “The Master”. Y en “Her”, enamorado de la voz de una mecánica Scarlett Johansson, pudo consolarse el hombre inconsolable. Phoenix es un gran actor y no dudamos que los éxitos sigan llegando.
Una noche de reconciliación consigo mismo
Esto fue el Oscar, para Joaquín Phoenix. Fue una noche que le sirvió para reconciliarse consigo mismo. Tras un pasado que todavía le persigue. Por la muerte de su hermano. Como olvidar ese día a las puertas de The Viper Room cuando llamó, desesperado, a emergencias. Las palabras de Joaquín Todavía resuenan: “¡Está teniendo convulsiones! ¡Venid, por favor, porque se está muriendo, por favor!”. La ambulancia no tardo, pero al llegar al hospital River Phoenix su hermano ya estaba muerto.
Y es hoy su extrema interpretación del Joker. Un papel que muchos consideran maldito, porque que le valió a Heath Ledger un Oscar póstumo. Ha logrado recoger todo ese dolor que Phoenix lleva arrastrando desde su infancia.
Una infancia en la que perdió a su hermano mayor. Y por supuesto que no podía dejar pasar este momento y se acordó de él en su discurso de agradecimiento. Se veía tan emocionado y vulnerable como nunca antes se le había visto en público: “Mi hermano murió cuando era un adolescente. Él escribió este verso: «Corre al rescate y la paz vendrá después».
Además de ello, Phoenix pidió perdón por haber sido “tan granuja” en el pasado. Y pidió creer en la importancia de dejar a un lado las diferencias. “Creemos en la idea del cambio porque tenemos la necesidad de sacrificar y rendirnos por algo. El ser humano tiene tanto ingenio que creo que cuando aprovechamos el amor podemos crear y llevar a cabo sistemas de cambio que sean beneficiosos para todo ser humanos. Yo he sido bastante granuja a lo largo de mi vida, he sido difícil con mis colegas, pero muchos me habéis dado una segunda oportunidad. Y esa es nuestra mejor característica, cuando nos alineamos”.
Joaquin Phoenix, fue el único actor al que se le ha permitido dar. El discurso más largo de la 92 edición de los Oscar. En un enorme placer poder ser testigos de los grandes cambios que género esta actuación en el actor. Sin duda alguna el Joker le cambio la vida a Joaquín Phoenix.
