Las personas con discapacidad física han tenido que enfrentarse siempre a grandes desafíos a la hora de vivir una vida relajada. Nuestro mundo, por poco que nos guste, no está adaptado por igual para acomodar a todos los que vivimos en él. Sin embargo, la revolución tecnológica de los últimos años ha ayudado enormemente a este colectivo. ¿En qué ámbitos? Lo cierto es que no han sido pocos:
En la autonomía en el hogar
Hace años, una discapacidad física era casi una condena a la dependencia. Las casas tradicionales no estaban adaptadas para ningún tipo de discapacidad, y eso sin mencionar los pisos sin ascensor que eran, simplemente, un imposible para aquellos que no podían subir escaleras por su propio pie.
Hoy en día la tecnología permite adaptar casi cualquier inmueble a sus residentes. Las bien llamadas Smart Homes – o casas inteligentes – permiten adaptar y automatizar muchos de los procesos del hogar. Desde bajar la cama para un acceso más sencillo desde una silla de ruedas hasta el subir y bajar persianas con tal solo pedir en voz alta que así se haga; encender y apagar luces, poner a funcionar la mayoría de los electrodomésticos e incluso atender al timbre con solo darle a un botón son algunas de las muchas posibilidades que la nueva tecnología les brinda a las personas con movilidad reducida.
La inclusión laboral
Aunque aún estamos muy lejos de la inclusión laboral total, lo cierto es que los últimos años también han traído grandes mejoras en este ámbito. Aquellas personas con movilidad reducida se pueden beneficiar ahora de ventajas como el teletrabajo, por ejemplo, que les permite trabajar desde la propia vivienda sin necesidad de desplazarse hasta la oficina.
También otras mejoras como el desarrollo de apps para móviles y ordenadores han facilitado ciertos procesos laborales, como por ejemplo la contratación. Ahora hay páginas que permiten convertir documentos tradicionales en documentos adaptados a braille, apps que permiten leer en voz alta cualquier texto y, en general, apps que hacen mucho más fácil la inclusión al mercado laboral.
También el desarrollo de los accesorios a la movilidad reducida – como las sillas de ruedas, por ejemplo – hacen mucho más sencilla la inclusión. Estos aparatos son cada vez más inteligentes y cómodos de usar, lo que sin duda es una facilidad a la hora de desempeñar cualquier trabajo.
El ocio y el disfrute
Aunque siempre se puede mejorar, las ciudades son cada vez más accesibles. Esto quiere decir, por tanto, que el turismo es cada vez más sencillo para aquellos con requisitos extra a la hora de moverse. Suficiente aparcamiento para vehículos para personas con movilidad reducida, semáforos acústicos, mapas táctiles o aseos adaptados a sillas de ruedas son solo algunas de las facilidades de las que se dispone en las ciudades más adaptadas.
Esto por no mencionar el desarrollo en cuanto a medios de transporte. Los vehículos adaptados a sillas de ruedas son cada vez más cómodos y seguros; a su vez, el transporte público como buses, trenes o incluso aviones son cada vez más accesibles para todos.
Además, la tecnología también ha propiciado el ‘ocio de pantalla’: los videojuegos y el streaming son ahora dos de las grandes ofertas lúdicas para toda la población. A esto se le suma la relativamente nueva Realidad Virtual, que ha llegado para quedarse y que sin duda empezará a popularizarse en los próximos años. Todas estas ofertas de ocio son buenas alternativas para aquellos que no tengan acceso a actividades que requieran de una alta movilidad física – aunque, por supuesto, todo depende del tipo de discapacidad de cada persona.
Esperamos que este artículo haya ayudado a resaltar el papel tan importante que la tecnología juega en la vida de muchas personas. Aunque no todo es siempre positivo, lo cierto es que el desarrollo de nuevas tecnologías ha traído muchas mejoras en cuanto a calidad de vida se refiere. Lo importante como sociedad es seguir progresando y mejorando la inclusión y las oportunidades para todos.