Con la aparición de las estrellas y la luna durante el atardecer del 09 de septiembre se da inicio a las denominadas “Altas Fiestas judías”, también conocidas como “Rosh Hashaná”. Celebración que se lleva anualmente cuando comienza el Nuevo Año Hebreo 5779.
Rosh Hashaná significa en hebreo “cabeza del año”, primer día del calendario hebraico. Dicha fecha fue establecida según el judaísmo rabínico para conmemorar la creación del universo
El carácter festivo tiene como punto dos vertientes, la primera es que se hace para festejar y compartir en familia, y la segunda se utiliza como una manera de resaltar el aspecto solemne en la introspección, autoanálisis y rectificación de conductas. Se trata del llamado “balance del alma”.
La celebración del Rosh Hashaná
Esta celebración se realiza todos los años en el séptimo mes (septiembre), inicia el 09 de septiembre con el sonido del Shofar – instrumento ceremonial utilizado en el Rosh Hashaná – hasta el 11 de septiembre, donde se continúa con otras celebraciones. Entre ellas, la solemne del Iom Kipur o Día del Perdón, que se celebra el 19 de septiembre, comenzando la noche anterior y concluyendo en el mes de octubre.
De acuerdo con el calendario judío estas fechas conmemora la creación del primer hombre, como se narra en la Torá. A partir de los diez «Días del Temor» antes de Yom Kipur.
Costumbres y tradiciones del Rosh Hashaná
Como costumbre los judíos se reúnen en la sinagoga – lugar de culto y de estudios de la más antigua de las religiones monoteístas – donde se toca el Shofar para anunciar la llegada del año. Otra costumbre es la cena festiva en familia, que incluye el encendido de las velas de Iom Tov antes del comienzo del año.
Por otra parte, tienen comidas festivas como el jalá; un pan trenzado y redondo como el ciclo anual, que tiene semillas de Ajonjolí. También suelen regalar y comer manzanas bañadas en miel, según ellos esta representa la dulzura esperada del nuevo año, así como cabezas de pescado y vino dulce.
La tradición judía señala que en el Rosh Hashaná, debe nacer un ser humano nuevo y renovado a la manera de lo que sucedió en el momento de la Creación. La ceremonia recuerda el sexto día de la Creación donde el primer hombre (Adán) y la primera mujer (Eva) dan comienzo a la historia del mundo.
Cabe destacar que en estas fechas los judíos observantes reflexionan sobre sus malas acciones y sobre las implicancias de sus errores. A través de expiación y por medio de la oración y el ayuno, esperan una mente clara que venga con el perdón divino para comenzar un nuevo año.