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Tras varios meses de calma, el Etna ha vuelto a rugir, arrojando lava y cenizas sobre la isla italiana de Sicilia. Una enorme columna de vapor se elevó hacia el cielo siciliano desde un cráter en el sudeste del volcán más alto y activo de Europa.
Notables estruendos y coladas de lava crearon un espectáculo de sonido y color en la noche del domingo.
Algunas localidades cercanas al Etna, como es el caso de Milo y Zafferana Etnea, quedaron cubiertas de ceniza.
De momento, el cercano aeropuerto de Catania permanece abierto a pesar de la actividad que registra el volcán.