La comunidad educativa del CEIP Jardín Botánico de Mijas se encuentra en pie de guerra debido a las deplorables condiciones en las que se encuentra el centro escolar. Los padres y madres de los alumnos han alzado la voz contra la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Mijas, denunciando la falta de acción y las promesas incumplidas que están afectando gravemente la salud y el bienestar de sus hijos.
Desde hace 20 años, la Junta de Andalucía prometió una ampliación del colegio que nunca llegó. La falta de infraestructura adecuada ha obligado a los estudiantes a asistir a clases en aulas prefabricadas que, tras dos décadas, presentan graves problemas de humedad, afectando particularmente a los niños asmáticos que sufren constantes problemas respiratorios. Este retraso en la ampliación no solo es una negligencia administrativa, sino que supone un riesgo diario para la salud de los alumnos.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Mijas, encargado del mantenimiento del colegio, ha demostrado una alarmante desidia. Las instalaciones presentan numerosas deficiencias que afectan gravemente al desarrollo diario de las actividades escolares. Entre los problemas más urgentes destaca el estado del aula de educación especial. Este espacio, esencial para el aprendizaje y desarrollo de niños con necesidades educativas especiales, se encuentra en condiciones inaceptables: humedades en paredes y colchonetas, barreras arquitectónicas que dificultan la movilidad, una puerta de baño sustituida por una cortina de plástico que no garantiza la privacidad de los niños, y persianas rotas, entre otras deficiencias.
Los padres han expresado su frustración y preocupación por la salud y seguridad de sus hijos. «Estamos cansados de promesas vacías. Nuestros hijos no pueden seguir estudiando en estas condiciones deplorables. Necesitamos soluciones inmediatas, no más excusas», declaró una madre de uno de los muchos alumnos afectados.
El deterioro del CEIP Jardín Botánico no solo se limita al aula de educación especial. Los problemas de humedad y las infraestructuras precarias son una constante en todo el colegio, afectando a todos los estudiantes y, en particular, a aquellos con problemas de salud preexistentes.
Ante esta situación, la comunidad educativa exige una respuesta inmediata de las autoridades. «No pedimos lujos, solo condiciones dignas para que nuestros hijos puedan estudiar sin poner en riesgo su salud. La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Mijas deben asumir su responsabilidad y actuar ya», afirmó otro de los padres de los alumnos afectados.
La situación en el CEIP Jardín Botánico de Mijas es un claro ejemplo de cómo la falta de inversión y mantenimiento en la educación pública puede tener consecuencias graves y directas en la vida de los estudiantes. Los padres y madres han dejado claro que no se detendrán hasta ver soluciones concretas y efectivas, y están dispuestos a seguir luchando por el bienestar de sus hijos.