Pedro Sánchez, El presidente del Gobierno en funciones, llegó el día de ayer 50 minutos tarde a su cita con el Rey. Quien se encontraba esperándolo desde la una de la tarde en el palacio de Marivent. Para poder mantener el tradicional despacho de verano que, en esta ocasión, tuvo poco de tradicional. Ya que se celebró bajo unas circunstancias excepcionales. De hecho, era la primera vez que un presidente en funciones se desplazaba a Palma a ver al Rey.
Y precisamente, tres días después de que el Jefe del Estado apremiara a los dirigentes políticos. Para que buscaran un acuerdo que evite las cuartas elecciones generales en menos de cuatro años. Sánchez volvió a presentarse ante Don Felipe con las manos vacías. Pero esta vez insistió en que coincidía con el Rey, en cuanto a que los españoles no quieren ir a nuevas elecciones. Los argumentos que expuso a la salida, ante los medios, podían ser el preludio de una campaña electoral.
Pedro Sánchez, sigue insistiendo en que no quiere “depender de los separatistas”. Sin embargo, el PSOE pacta en Navarra, en 34 municipios catalanes y en la Diputación de Barcelona.
Las negociaciones con Unidas Podemos
Durante este encuentro, y bajo un sol abrasador que apenas mitigaba la sombra de unos pinos. El presidente Sánchez reconoció que, después de las negociaciones con Unidas Podemos. “la desconfianza es recíproca”, y sobre todo que sus “visiones son completamente distintas”, pero aun así dejó abierta la puerta a “buscar otras fórmulas, porque hay muchas”. Que le permitan gobernar con el apoyo de esta formación, a pesar de la desconfianza que les une.
Sánchez, además afirmo que: “De tanto oír decir a Iglesias, que desconfía del Partido Socialista, he acabado por desconfiar yo también de las posiciones del señor Iglesias”. También dijo que ambas formaciones mantienen “dos visiones completamente distintas de la coalición: nosotros planteamos un Gobierno plural. Y Unidas Podemos propone dos gobiernos en uno”. Y dijo que en las declaraciones que están haciendo estos días los dirigentes de Unidas Podemos tampoco “se ve una rectificación de sus postulados. Continúa la desconfianza por su lado y continua un planteamiento de gobierno de compartimentación, más que de coalición”. Sin embargo, Sánchez también expreso que: “yo no tiro la toalla, pero sí saco una lectura de crítica de lo que ocurrió”.
Un Gobierno Progresista
De todas sus declaraciones, el mensaje que más veces repitió Sánchez, en su comparecencia de veinte minutos fue que los españoles quieren. “un Gobierno progresista que no dependa de los independentistas”. Olvidando que el PSOE ha pactado ya con separatistas en Navarra, en la Diputación de Barcelona y en 34 municipios catalanes. Lo del “gobierno progresista que no dependa de los separatistas” lo dijo varias veces y echando la culpa siempre a PP y Ciudadanos de bloquear ese gobierno. Como si le causara extrañeza que dos partidos a los que él calificó de conservadores. Y acusó de pactar con la extrema derecha no se sintieran inclinados a apoyar un gobierno progresista.