La principal utilidad de las prótesis dentales es restablecer la función de las piezas dentales: masticar y pronunciar correctamente. Pero también tienen un importante cometido estético, ya que dan la apariencia de una dentadura sana.
Además, las prótesis dentales evitan todas las dificultades relacionadas con la pérdida de los dientes: maloclusión, problemas a la hora de llevar la higiene dental, movimientos en los dientes que no tienen otras piezas dentales al lado, etc.
Es decir, las prótesis dentales tienen un papel fundamental en la salud dental de aquellas personas que han perdido parte o la totalidad de sus dientes. Pero para ello es necesario que sean prótesis de calidad, creadas por expertos en un laboratorio de prótesis dental.
¿Qué tipo de prótesis dentales existen?
La Encuesta de Salud Oral en España 2020, presentada por el Consejo General de Dentistas, señala que el 59,4% de la población entre 35 y 44 años necesitaría colocarse algún tipo de prótesis dental. Un porcentaje alto, que evidencia la que la salud dental de los españoles se encuentra comprometida ya a edades poco avanzadas.
Pues bien, ¿cuáles son los tipos de prótesis que se utilizan en la actualidad? Se trata de los siguientes:
Prótesis fijas
Como se desprende de su nombre, son aquellas prótesis que el paciente no se puede retirar por sí mismo, ya que necesita la ayuda del odontólogo para ello.
Existen tres tipos de prótesis fijas:
Implantes
Se utilizan para sustituir una pieza dental entera, o una que ha perdido la raíz. En este caso se coloca la prótesis en el hueso maxilar, y se fija con cemento o con un tornillo. Una vez que se implantan, se puede colocar sobre ellos una corona o un esquelético dental para sustituir a los dientes perdidos.
Coronas o fundas
A través de este tipo de prótesis se restauran partes de varias piezas dentales. Pueden ir colocadas sobre implantes o sobre un diente natural que ha sido tallado antes. Se fabrican teniendo en cuenta la forma y color de los demás dientes, para que el resultado sea lo más natural posible para cada paciente.
Prótesis híbridas
Este tipo de prótesis sirven para restituir parte de la encía, o piezas dentales completas. Sustituyen la arcada superior o inferior, y son utilizadas por personas que han perdido parte o todas sus piezas dentales. Se les llama híbridas porque están fabricadas por al menos dos materiales distintos.
Las prótesis híbridas tienen una estructura metálica que va adherida a unos implantes dentales, y están recubiertas de material acrílico. Soportan piezas dentales artificiales realizadas en resina acrílica.
Prótesis removibles
Hay casos en los las prótesis fijas no están indicadas, siendo preferible colocar una prótesis que el propio paciente se pueda retirar.
Hay dos tipos de prótesis removibles:
Prótesis removibles completas o parciales
Están realizadas a base de resina, y se fijan a través de unos ganchos de metal. Las prótesis removibles completas abarcan todos los dientes, y están señaladas para los pacientes de más edad, o para aquellos a los que por otras razones, les quedan pocas piezas dentales. Su uso permite que puedan volver a hablar y masticar con normalidad.
Por otro lado, las prótesis removibles parciales se emplean para sustituir varias piezas dentales, la mucosa y partes concretas del hueso en pacientes en los que no es aconsejable fijar una prótesis.
Su función es servir de soporte a las piezas dentales que se encuentran cerca de las zonas en las que no hay dientes, con unas estructuras semejantes a unos pequeños ganchos, que se adaptan a la forma de los dientes. Esto permite que el paciente pueda volver masticar y hablar sin problemas.
Esqueléticos dentales
Son unas prótesis formadas por una base de metal a la que se unen los dientes artificiales, y por una parte acrílica que simula la encía. Puede sujetarse tanto a los dientes como a la mucosa, cuando el paciente conserva aún parte de sus piezas dentales.
¿Qué cuidados necesitan las prótesis dentales?
Para que la prótesis se mantenga en buen estado y cumpla su función de manera correcta, es necesario seguir las indicaciones dadas por el odontólogo, y acudir a revisión con la periodicidad indicada por este. Lo habitual es que se vaya a la consulta una vez al año.
Es importante lavar la prótesis y la cavidad oral tras cada comida, cepillando, utilizando seda dental y aplicando un colutorio adecuado. Para seguir esta rutina hay que utilizar un cepillo especial y una pasta específica. También se deben utilizar comprimidos limpiadores todos los días, para combatir hongos y bacterias y terminar con las manchas.
Hay que tener especial cuidado con la limpieza de las partes metálicas, especialmente aquellas que entran en contacto con la los dientes, que son la cara interna de los ganchos. Se puede realizar frotando con un bastoncillo mojado con alcohol, hasta conseguir que la superficie brille. Si tiene un aspecto mate es porque hay un exceso de placa bacteriana, que puede provocar caries y otros problemas bucales.
A la noche es aconsejable extraer la prótesis si es removible, para que los tejidos puedan desconectar de la presión que ejerce el aparato. Finalmente, realizar un masaje en las encías contribuirá a mejorar el riego sanguíneo en la zona y prevenir su reabsorción en la medida de lo posible.