Cómo dejar la piscina perfecta para los bañistas

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La semana que dará comienzo al mes de agosto en Salamanca será una de las más complicadas de todo el verano. La predicción meteorológica indica que el mismo lunes habrá máximas de 36 grados, siendo la situación peor si cabe el martes y los siguientes días. Por suerte, en nuestra provincia muchos ciudadanos tienen acceso a una piscina.

Si eres tú el encargado de mantenerla en buen estado para que los bañistas disfruten de ella en plena ola de calor, asegúrate de aplicarle los cuidados oportunos. Con las siguientes claves no tendrás dificultades para dejarla perfecta, dando pie a que niñas, niños, mujeres y hombres disfruten al máximo de dichas instalaciones.

Pasos a seguir

En primer lugar la puesta a punto da comienzo con una limpieza a fondo de todas las paredes que forman parte de la piscina, paso que solo hay que realizar en caso de que durante el transcurso del invierno no se haya llevado a cabo el correspondiente mantenimiento del agua. De ser así, vacíala y procede a dejar impoluto también el fondo, no solo las paredes.

Un cepillo te será muy útil, así como un producto que es ideal para limpiar una piscina. Nos referimos al limpiador que tiene propiedades desincrustantes, acabando así con los elementos que permanecían pegados a las paredes y al fondo. Tras un tiempo de actuación ya podrás retirarlo enjuagando con líquido elemento.

Seguidamente hay que hacer un lavado de aquellas partes que se encargan de filtrar el agua. El agua a presión es muy útil en este sentido, pudiendo a continuación dar comienzo al llenado de la piscina.

Si aquella válvula que está presente en el fondo se encuentra debidamente cerrada, podrás empezar a llenarla con agua, aunque ten en cuenta que conviene parar justo cuando llegues a la mitad con tal de iniciar el tratamiento con el cloro. En caso de que optes por la sal puedes terminar todo el proceso.

Continuando con lo referente al cloro, es esencial acertar de lleno en la cantidad. Solo así garantizarás un baño gratificante en todos los sentidos, sin que la irritación cutánea u ocular pase factura a quienes disfruten de la piscina en cuestión.

En concreto es recomendable mantener el nivel de cloro en torno a 1,3 miligramos por cada litro. Pero, ¿y si no sabes calcularlo? Ten en cuenta que por cada 25 metros cúbicos necesitarás una pastilla. Por otra parte, el producto ha de ser de desinfección rápida.

Tal vez te hayas decantado por la sal, una opción que cada vez más salmantinos tienen en cuenta a la hora de seleccionar el sistema con el que su piscina se mantendrá en buen estado. Si es así, la cantidad que suele aconsejarse es de 4 kilogramos de sal por cada metro cúbico de agua que abarque tu piscina.

A su vez, es fundamental mantener bien regulado el nivel de pH. La cifra ideal es 7,4, pudiendo verse alterada 0,4 por arriba o abajo, aunque no conviene exceder esos números.

Algunas piscinas cuentan con un sistema que regula el pH de manera automática. Si no es el caso es importante que vayas comprobándolo con regularidad, actuando cuanto antes si ves que el nivel no es el adecuado. ¿El umbral se encuentra por debajo? Tendrás que subir el pH. En cualquier caso, asegúrate de echar el producto en el agua pero no lo hagas en el propio skimmer.

Continuando con las cantidades y proporciones, la de la alcalinidad también es importante. Lo ideal es mantener el nivel en las setecientas partes por millón, lo cual se traducirá adicionalmente en que te resulte más sencillo mantener a raya el pH sin que suba o baje en exceso.

Suele pensarse que la temperatura no afecta mucho al estado en el que se encuentra la piscina, pero lo cierto es que sí lo hace. Probablemente quieras tener el agua lo más caliente posible para que los bañistas no tengan dificultades a la hora de meterse en el medio acuático, pero puede ser perjudicial, ya que acostumbra a dar pie a que proliferen los microorganismos.

Por otra parte, el agua excesivamente fría impide a los bañistas disfrutar de la actividad. Así pues, lo más recomendable es mantener el líquido elemento a una temperatura de 25 grados.

Finalmente, asegúrate de ir retirando con mucha periodicidad cualquier impureza, evitando que se quede demasiado tiempo en el agua. Lo mejor para impedir que haya una gran cantidad de ellas es cubrir la piscina por la noche, aunque a lo largo del día inevitablemente irán surgiendo hojas o insectos que se aposentarán sobre el agua y en el fondo.

Retirando dichas impurezas y poniendo en práctica el resto de claves que hemos descrito lograrás dejar la piscina perfecta para que los bañistas se lo pasen en grande en ella, sacándole un gran partido en forma no solo de diversión, sino también de ejercicio físico y de reducción del estrés.

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