La cantautora española Elisa Serna falleció el pasado 4 de septiembre en Madrid. Su voz se dio a conocer en los años 60 por su participación en el grupo Canción del Pueblo. Además de llevar la batuta en las canciones de protesta de los años 70 en España. Pero su trabajo no llegó hasta allí, puesto que perteneció al grupo de teatro independiente Tábano. El cual fue una de las etapas más hermosas para esta artista, ya que con ellos grabó su primer álbum. El mismo fue titulado Quejío y no pudo publicarse en España sino hasta 2 años después.
Antes de esa época se instaló en París, lugar donde recibió la influencia de diferentes ámbitos musicales. Entre ellos Turquía, India y Magreb en lo que se refiere a música folklórica. Elisa Serna se especializó en secretariado, pero su voz la llevaría en su vida por rumbos diferentes. Sin tenerlo premeditado llegó al mundo de la canción gracias a sus habilidades artísticas. Pero las letras de sus canciones no serían para nada simples. Las mismas dejaban ver lo opuesto de sus pensamientos en cuanto a la época que vivía.
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— El País Cultura (@elpais_cultura) September 4, 2018
Por lo que al regresar a España fue apresada por subversión, en la cual duró 2 años. Elisa Serna se encontró sin poder ofrecer recitales ni conciertos al salir de prisión. Debido a esto regresó a París y logró grabar 2 discos más, que no fueron conocidos en España. Los mismos se llevaron a cabo gracias a la participación de Imanol y Eva Forest y Alfonso Sastre. Los temas inmersos en estos álbumes eran de gran profundidad, puesto que hablaban sobre la pena de muerte.
Elisa Serna luchadora social
El título de su primer álbum tuvo que cambiarse para poder ser publicado en España. Dejaría de ser Quejío para llamarse Este tiempo ha de acabar. Canciones como Esta gente que querrá y los Reyes de la baraja fueron censuradas, por lo que no aparecieron en el álbum. De acuerdo con las leyes establecidas para aquel entonces, Elisa Serna representaba una amenaza para la sociedad. A pesar de ser tan solo una joven que ni siquiera había terminado el bachillerato.
Pero las letras de sus canciones en contra del franquismo lograban mover masas. Tomando esto como punto de partida para causar infinidades de arrestos. Donde la ley apuntaba que no tenía permiso para realizar los mismos, además de dañar la paz social. Elisa Serna fue víctima de múltiples persecuciones, de allí la idea de irse al extranjero. Exactamente a París, lugar en el que conoció a otros exiliados como Imanol, Lluís Llach y Paco Ibáñez. Junto a ellos participó en varios conciertos, lo cual despertó la vena compositora de la cantante.
Entre sus composiciones más expresivas tenemos Áspera Meseta, Rómpete guitarra y Quejío. Esta última con una letra poco común, que despertó y llegó a lo más profundo del ser de su público. La misma decía “¿Qué es lo que pasa conmigo? Yo quiero estar contenta, se me escapa un quejido. ¡Ay! Muerte veo y muerte escribo, eso es lo que hay conmigo. Mis penas no han de acabar mientras no vea a mi pueblo resucitar. Palabras que lograron sembrar en las personas un idealismo acérrimo.
Constantes represiones
Después de ser víctima de la opresión, Elisa Serna vuelve a España y realizó recitales por todo el país. Lo que desencadenó múltiples multas y encarcelamientos, sobre todo por su tema Avisa a los compañeros. El cual estaba dedicado a la memoria de Pedro Patiño. Un obrero militante comunista que fue asesinado por la policía el 15 de septiembre de 1970. Muerte que se produjo a raíz de la huelga de la construcción.
Otro de los temas que causó furor en la población fue Brasa Viva, y formó parte de su segundo álbum. El mismo mostraba a Serna más tierna, apasionada y sensible mostrando lo más bello de su personalidad. Este tema decía “meciéndome en tus brazos amaneció el día, se escapaba la noche poblada de ternura”.