¿Sabías qué existe una herramienta que te permite tomar decisiones informadas, mejorar continuamente tus resultados y elevar el rendimiento de tus campañas? Se trata de las pruebas  A-B o A/B testing que puedes aplicar en cualquier sector digital, desde el SEO hasta el mailing. ¿Cómo? Fácil, sigue leyendo y aprende las estrategias de email marketing más efectivas que te ayudarán a llegar de forma efectiva a tus clientes y, lo mejor de todo, que te lean y compren.

¿Qué es el A/B testing en Email Marketing?

Si tienes una mentalidad creativa y orientada a hacer experimentos, probar y aprender tienes más posibilidades de conseguir tus objetivos. Piensa que le éxito no es otra cosa que probar y probar hasta acertar. Eso sí, tampoco se trata de dar mil veces con la misma piedra. Hay que trazar un plan y pivotar sobre aquello que funcione.

La clave es no perder el tiempo y hacer experimentos que te ayuden a afinar mejor y ahorres tiempo. Y es que el panorama digital es tan competitivo que cada clic y cada apertura de correo electrónico cuenta, por lo que encontrar formas efectivas de mejorar continuamente tus estrategias es crucial.

Esta experimentación es la base del A/B testing en email marketing. Esta técnica es fundamental para aquellos usuarios que buscan diferenciarse del resto a la par de que consiguen sus objetivos con precisión y eficacia. Pero, ¿cómo aplicar esta estrategia y en qué consiste exactamente?

Las pruebas A-B, también conocidas como test A/B o split testing, consiste en enviar dos versiones ligeramente diferentes de un mismo correo electrónico a dos segmentos de nuestra audiencia.

Por ejemplo, podrías probar qué dos asuntos o títulos funcionan mejor o cuáles son llamadas a la acción más efectivas según qué tipo de producto o servicio ofrezcas. También pueden ser variaciones en el diseño y contenido del correo electrónico.

El objetivo de estos envíos distintos es establecer cuál de ellas genera mejores resultados. 

¿Cuáles son las métricas que debes medir para experimentar? 

Para ello, debes medir diferentes aspectos de funcionamiento como por ejemplo:

∙€€€€€€€€ Términos o tasa de apertura. Indica el porcentaje de usuarios que abrieron el correo recibido, siendo un indicador inicial de relevancia.

∙€€€€€€€€ La cantidad de clics. Mide la cantidad de usuarios que hicieron clic en los enlaces del correo, reflejando la interacción con el contenido.

∙€€€€€€€€ Tasa de Conversión: Es el número de conversiones de tu lista de suscriptores o el ROI (Retorno de la inversión). Dicho de otra forma, evalúa cuántas personas realizaron la acción esperada tras recibir el correo, como suscribirse a una newsletter o comprar un producto.

∙€€€€€€€€ Otros objetivos predefinidos y métricas como la tasa de Rebotes que se refiere a los correos que no pudieron ser entregados, ya sea por direcciones inválidas o problemas técnicos. Calcularla implica dividir el número total de correos devueltos entre los enviados y multiplicar por 100

Si aplicamos correctamente 2 correos A y B y medimos sus resultados podemos analizar de manera precisa y objetiva qué elementos de nuestro correo electrónico influyen en el comportamiento de los usuarios y, por ende, nos brinda la oportunidad de optimizar nuestras campañas en base a datos concretos.

Pasos para realizar un A/B testing efectivo

  1. Establece objetivos claros:una vez definidos los objetivos, es momento de identificar los elementos que quieres probar a la hora de enviar tus correos y textos. Desde el titular, hasta los elementos visuales con su llamada a la acción hasta el tipo de contenido, el horario o el envío a una u otra lista de suscriptores. Piensa que cada detalle cuenta puede marcar la diferencia en la efectividad de tu campaña. Por este motivo, y antes de comenzar cualquier prueba, define claramente qué métricas deseas mejorar. ¿Quieres aumentar las tasas de apertura, los clics en los enlaces o las conversiones? Establecer objetivos específicos te ayudará a enfocar tu experimento de manera más efectiva.

No pruebes todo, prueba poco a poco:

    1.  identifica el elemento que quieres testear en tu correo electrónico. Puede ser el titular, el tono o cualquier otro aspecto que consideres relevante.

Divide tu audiencia: Clasifica tu lista de suscriptores en dos grupos aleatorios y similares en tamaño. Uno recibirá la versión A del correo electrónico, mientras que el otro recibirá la versión B. En base a los resultados podrás sacar diferentes conclusiones. Por cierto, considera la hora y fecha de envío ya que puede influir en el resultado por lo que haz los envíos a la vez para garantizar que las condiciones sean lo más similares posible.

Analiza y mide: Una vez que se haya completado el envío, monitorea cuidadosamente las métricas relevantes, como las tasas de apertura, los clics y las conversiones. Utiliza herramientas de análisis para recopilar datos precisos y significativos. Basándote en los resultados obtenidos, identifica qué versión obtuvo un mejor rendimiento y por qué.

Así, podrás detectar qué versión del correo electrónico ha tenido un mejor desempeño y extraer conclusiones valiosas fundamentadas en datos que funcionan. Así, al adoptar un enfoque de prueba y aprendizaje continuo, estarás en una posición más sólida para alcanzar tus objetivos de marketing y destacar del resto de competidores.

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Periodista
Jefe de redacción en ElPeriodico.digital