La basura de la Costa del Sol baja casi un 15 por ciento durante la cuarentena

El coronavirus también está en nuestra basura, pero los municipios deben seguir recogiendo y tratando estos residuos, manteniendo limpias las ciudades y extremando las medidas de seguridad durante su manipulación.

El Complejo Medioambiental de Casares, perteneciente a la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y gestionado por la empresa Urbaser, da servicio a una población superior al medio millón de habitantes de los 11 municipios mancomunados, que ahora están confinados, pero que siguen generando basura.

Aunque según los datos aportados por la Mancomunidad, la cuarentena está reduciendo la producción de residuos. Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) del contenedor gris han bajado casi un 15 por ciento desde el comienzo de la cuarentena. Durante estas dos semanas de confinamiento se han recogido 10.115 toneladas, 1.773,4 toneladas menos que en ese mismo periodo de 2019.

Estos datos revelan a Urbaser que casi 100.000 personas no están generando residuos en la Costa del Sol, en gran parte serían turistas y por otra, sería personal que venía a diario a trabajar a la costa de zonas del interior de la provincia o del Campo de Gibraltar.

La recogida de papel y cartón también ha bajado un 12,45 % en estas dos semanas, pasando de 333 toneladas en el 2019, a 292 en este 2020. Este descenso se achaca al cierre de los comercios que no son de alimentación y que son los principales generadores de estos materiales.

La cuarentena sí está provocando un aumento de los envases ligeros del contenedor amarillo cuyo volumen ha ascendido casi un 14 por ciento, pasando de 387 toneladas en estas mismas dos semanas del año 2019, a 438 en este 2020. Teniendo en cuenta que habría 100.000 personas menos generando residuos, el porcentaje es muy destacable, y la empresa asegura que se debe a una mayor concienciación, al estar en las casas confinados, sobre todos los niños, que son un colectivo más proclive al reciclado, y a que el confinamiento anima a la limpieza profunda en las viviendas y trasteros y esto genera un incremento de este tipo de residuos.

El procedimiento de recogida de los contenedores no ha sufrido cambios, excepto en las medidas de protección de los trabajadores. Pero la planta de Casares sí ha padecido en su funcionamiento diario la presencia del virus.

Los primeros cuatro días de la cuarentena y según autoriza el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico los RSU se eliminaron depositándolos directamente en el vertedero.

En tan sólo cuatro días, la planta de Casares se adaptó a las instrucciones para la gestión de los residuos tras el COVID-19. La norma más destacada es que no se procederá, en ningún caso, a la apertura manual de las bolsas de basura en instalaciones de recogida, transferencia o tratamiento.

En la primera fase del triaje de los RSU, los operarios, que han sido protegidos con equipos adecuados y están separados entre sí por dos metros, sólo retiran elementos voluminosos que estén mezclados con las bolsas de basura orgánica. Pero en ningún caso se procede, de forma manual, a la apertura o rotura de las bolsas, que era lo habitual en esta fase del tratamiento.

Las recomendaciones de la Junta de Andalucía respecto al tratamiento de residuos durante el estado de alarma recogen que los materiales provenientes de recuperación quedarán almacenados en las instalaciones en que se hayan obtenido durante un periodo de al menos 72 horas. Y si no pudieran llevarse a cabo las labores de valoración, se podrá proceder al depósito directo a vertedero. La nueva normativa incluso contempla que las instalaciones industriales de fabricación de cemento están autorizadas para incinerar residuos. La planta de Casares no tendrá que recurrir a estas cementeras.

Hogares con contagiados

El delegado de RSU de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, Juan Luis Villalón, advierte que «aunque estemos en cuarentena debemos seguir reciclando», y aclara que, por ejemplo, el tratamiento de los envases ligeros y de papel y cartón no ha experimentado ningún cambio.

Desde la Mancomunidad se recuerda a los ciudadanos que los guantes de látex o nitrilo empleados para hacer la compra u otros usos no son envases y por tanto no deben depositarse en el contenedor amarillo.

En los hogares con casos positivos de coronavirus, el procedimiento para desechar el material en contacto con los infectados es el de utilizar tres bolsas de basura. Posteriormente se depositará en el contenedor gris donde, como ya se ha comentado, no se procederá a la apertura de las bolsas.

Para los residuos en contacto con COVID19 procedentes de hospitales, ambulancias, centros de salud, hoteles u otras instalaciones hospitalizadas, y derivados de la desinfección de instalaciones, como puedan ser material desechable utilizado por los pacientes, guantes, mascarillas, batas, etc., se considerarán residuos infecciosos y se gestionarán como tales, según lo dispuesto para los mismos en la regulación autonómica sobre residuos sanitarios.

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Periodista
Jefe de redacción en ElPeriodico.digital