El 26 de septiembre, en los márgenes de la 73 Asamblea General, la ONU ha celebrado un debate de gran magnitud en la lucha contra la tuberculosis. Este, con el lema “una respuesta mundial urgente a una epidemia mundial”. A lo cual, María Luisa Carcedo, ministra española de Sanidad aseguró a la ONU que el nuevo sistema de salud sanitario en España es el mejor ejemplo en la lucha contra la tuberculosis. El cual, fue implantado en el país por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y así, se estima como la mejor vía para contribuir en esta lucha tan importante.
Por su parte, se trata de una epidemia que ha acabado con la vida de más de 1.6 millones de personas a nivel mundial durante el 2017. Sumado a ello, su coste económico se estima en miles de millones de dólares. Y lo peor del caso, es que se trata de una enfermedad prevenible, tratable y curable. Siendo esto acotado por María Fernanda Espinosa, presidenta de la Asamblea General, durante la inauguración del debate.
España y su sistema sanitario que beneficia a los pacientes con tuberculosis
Como se mencionó, España coloco de ejemplo su valioso sistema sanitario. Ya que, se puede indicar como una buena fórmula para el acceso y la cobertura mundial para prevenir la tuberculosis. Además de, su diagnóstico y oportuno tratamiento. Las cuales, son las principales claves sobre las que deben fundamentar el conjunto de acciones para controlar esta enfermedad. Y de dicha manera, construir una sociedad más sana.
Gracias a que el Gobierno de España posee principios sólidos y firmes convicciones en la garantía del derecho a la salud, los pacientes con tuberculosis también son beneficiados. Tomando en cuenta la importante cobertura y acceso de su sistema nacional de salud a la universalidad. Con la cual, protegerán a los vulnerables a la tuberculosis y por supuesto a quienes la padecen.
«Nos comprometemos a ser un país contribuyente en nuestra acción nacional y exterior al compromiso de poner fin a la epidemia mundial de tuberculosis en 2030 y acelerar nuestros esfuerzos y acciones para conseguirlo» – María Luisa Carcedo, ministra española de Sanidad.
Dar respuesta a grandes retos
Como se trata de una enfermedad que acecha al mundo entero, también es un gran reto para los españoles. Por eso, no solo deben responder a ello sino también a otros amplios retos que integren mayor desarrollo al sistema de salud en España. Considerándose así, la disponibilidad de un arsenal terapéutico más óptimo. Y que esté adaptado a las necesidades de todos los españoles.
De igual forma, una creciente presencia de resistencias a los fármacos antituberculosos y las capacidades de acompañamiento para que los tratamientos terminen con éxito. En este sentido, se deben fijar estrategias para el control de la transmisión en aquellas poblaciones de elevada movilidad. Es decir, desplazamiento, asilo, migración, etc. Esto, con el debido respeto a los derechos humanos.
Así, España admite que por los efectos devastadores que ha tenido la tuberculosis en la humanidad, ningún país debe dejar de lado a nadie en sus políticas sanitarias y sociales. Tomando en cuenta además que, se trata de una enfermedad que afecta de manera especial a las personas más vulnerables. En todo caso, a aquellas en situación de pobreza, marginación social, y para quienes existan barreras de acceso a los servicios de salud.
